Al estirar la masa de arcilla sobre un azulejo ofreces una superficie plana y estable para trabajar. Las burbujas de aire del dorso se atenúan o desaparecen por completo. El azulejo distribuye el calor de manera uniforme durante la cocción, evitando que la pieza se deforme. Además, al cubrir el azulejo con papel metalizado, se redistribuye el calor superior de forma pareja para todas las piezas del horneado