PREPARAR LA ARCILLA
1) Acondicionamiento Correcto:
Acondicionar la arcilla es el primer paso importante. ¿Qué significa esto? Básicamente, es el proceso de estirar, doblar y volver a estirar la arcilla varias veces hasta que los bordes no se quiebren o lo hagan al mínimo (consulta la foto de referencia). Esto asegura que la arcilla tenga la flexibilidad adecuada para el corte.
2) Extender con Cuidado:
Siempre ubica el doblez de la arcilla hacia uno de los costados antes de volver a estirarla. Este truco ayuda a eliminar el aire atrapado tanto por encima como por debajo de la arcilla, evitando la formación de burbujas no deseadas. Si a pesar de tus esfuerzos aparecen burbujas, estira suavemente la masa donde las veas usando tus dedos, luego dobla y estira nuevamente hasta alcanzar el espesor deseado. También puedes pinchar las burbujas para liberar el aire atrapado antes de estirar nuevamente.
3) Dejar Reposar:
Después de abrir un paquete de arcilla y acondicionarla, es común que la arcilla quede demasiado blanda. Esto puede causar que tus piezas se deformen, se marquen en exceso o se adhieran a tus herramientas durante el proceso de corte. Para evitar esto, deja que la masa descanse. Estírala entre dos hojas de papel blanco de oficina y déjala reposar durante un período que puede variar, a veces, de un día para otro. Luego, puedes guardar esta masa estirada y reposada, doblándola y colocándola en una bolsa con cierre hermético para evitar que se seque.
Recuerda que una masa que no ha sido acondicionada adecuadamente carecerá de la elasticidad necesaria y podría agrietarse después de la cocción. Por otro lado, una masa que no ha descansado puede dificultar el proceso de corte ya que se adhiere en exceso a los materiales debido a su alto contenido de disolvente.
UTILIZAR UNA SUPERFICIE LISA Y HORNEABLE
4) Estira la Masa a un Espesor de 3 a 4 mm:
Después de acondicionar la masa, estírala para lograr un espesor de 3 a 4 mm. Si estás utilizando una máquina de pasta, esto generalmente corresponde a los ajustes del engranaje 1 o 2, siendo el 1 el ajuste más grueso y el 2 un poco más delgado.
5) Coloca la Hoja de Masa en un Azulejo Limpio y Liso:
Con cuidado, dispón la hoja de masa estirada sobre un azulejo limpio y liso. Hazlo de manera gradual, evitando estirar la masa con las manos y asegurándote de que no queden bolsas de aire atrapadas debajo de la masa, ya que esto podría crear burbujas que se traducirían en placas en tus piezas una vez cocidas.
6) Utiliza Papel Blanco y un Rodillo o Material Plano:
Coloca un papel blanco sobre la masa y, con suavidad, pasa un rodillo o un objeto plano por encima del papel. Esto se hace con la intención de que el papel se adhiera uniformemente a toda la superficie de la masa. Además de eliminar las huellas y las marcas irregulares que podrían quedar debido al uso de la máquina de pasta o el rodillo, este paso proporciona un acabado mate y uniforme a la superficie, incluso antes de la cocción.
Con la preparación anterior completa, estás listo para comenzar a cortar tus piezas. El azulejo servirá como una superficie de trabajo estable y evitará que las piezas se desplacen durante el corte. Puedes cortar tus piezas y dejarlas directamente sobre el azulejo, lo que facilitará el transporte de las piezas al horno sin alterar su forma.
¡Listo para cortar!
El Almidón de Maíz y otras substancias como Anti-Abrasivos:
El almidón de maíz desempeña un papel importante como agente antiabrasivo al reducir la fricción entre la arcilla y cualquier superficie con la que esté en contacto. Esto facilita que las herramientas, ya sean moldes, cortadores, espátulas, u otras, se deslicen con facilidad. Para aplicar el almidón de maíz, utiliza una brocha suave y aplica una cantidad mínima. Comienza por espolvorear ligeramente el almidón sobre la masa extendida y luego en los bordes de la herramienta. No es necesario usar una gran cantidad, ya que eliminar el exceso más tarde podría llevar tiempo. El almidón de maíz ayudará a que tus herramientas se deslicen sin problemas y te permitirá trabajar con mayor precisión.
Del mismo modo que el almidón, un spray fino de agua, agua jabonosa o agua con una parte de silicona liquida (la que se utiliza para revivir el tapizado de muebles) funciona también perfectamente. Humedecer los bordes de tu herramientas en una esponja embebida en estas sustancias es otro camino.
Optimizando tu Proceso de Horneado
Cuando necesites hornear múltiples piezas al mismo tiempo, sigue este sencillo proceso. Después de cortar las piezas, permíteles reposar brevemente, protegiéndolas del polvo y la suciedad ambiental. Luego, con una cuchilla, despréndelas del azulejo aplicando un movimiento diagonal con una suave presión hacia el azulejo. Te sorprenderá lo fácil que se desprenden. Ahora, puedes organizarlas en otro azulejo, sobre un papel pergamino, para lograr un acabado mate uniforme en todas tus creaciones.
Siguiendo estos consejos, no solo obtendrás resultados excepcionales, sino que también optimizarás tu proceso de producción al sistematizar las tareas previas y posteriores al corte. ¡Empieza a aplicar estos trucos y observa cómo mejoras tus creaciones!
Técnica de Corte en Tres Pasos sin Desmoldantes:
Una técnica efectiva de corte sin necesidad de desmoldantes implica dividir el proceso en tres pasos progresivos:
- Paso A: Inicia posicionando la herramienta y hundiéndola ligeramente en la arcilla. Luego, muévela suavemente para despegarla sin retirarla por completo.
- Paso B: En el siguiente paso, reposiciona la herramienta y presiona para estampar. Utiliza un rodillo o una herramienta plana para distribuir uniformemente la presión. Esto garantizará que obtengas nitidez en toda la imagen. Sin llegar aún al fondo, realiza movimientos suaves para despegar la herramienta.
- Paso C: Finalmente, vuelve a reposicionar la herramienta y aplica la presión definitiva para completar el corte. Con esta técnica, podrás obtener cortes precisos sin la necesidad de desmoldantes, lo que facilita y agiliza tu trabajo.